domingo, 20 de marzo de 2016

Lucha constante.

Luchamos para mantener la paz.
La lucha no es solo en el entrenamiento o en las aplicaciones de este llevadas a un combate real en su fin de emplearlo en la defensa personal. Peleamos constantemente, en todo momento con las circunstancias que nos ponen a prueba en nuestra vida diaria.
La auténtica batalla, la más difícil de ganar, se libra en nuestro interior ya que es con nosotros mismos con quien debemos enfrentarnos en los momentos más duros.
El instinto de supervivencia está innato en todos nosotros y siempre florece en los momentos críticos, pero debemos ser cautos ya que este instinto se nos puede ir de las manos con mucha facilidad y dejarnos llevar por él.
A veces nos obsesionamos con la victoria, con la única visión de derrotar al enemigo. Pero debemos tener muy en cuenta que no siempre la confrontación con nuestro oponente es la única salida.
La pregunta no es ¿por qué luchamos? ni ¿por qué tenemos siempre que ganar?
No, no es así.
La autentica pregunta que debemos hacernos es:

¿Por qué merece la pena luchar?

Matías Luque.

viernes, 11 de marzo de 2016

El maestro austero.

Muchas veces, inducidos sin duda por los mitos y leyendas que acompañan a las Artes Marciales, creemos de forma errónea que el maestro tiene que ser alguien imponente, fuerte, carismático e incluso que desprenda cierto aire "divino" que le concede su posición de maestro.
Nada mas lejos de la realidad.

En una ocasión, uno de mis primeros maestros me dijo: - "El mejor Ninja es, quien menos lo parece"-

Un verdadero maestro, que se ha ganado su título con sudor y sangre a lo largo de muchísimos años de entrenamiento, constancia y sacrificio, sabe que en la humildad y la sencillez, se encuentra la verdadera esencia de un auténtico artista marcial.
El maestro austero, pobre en florituras pero rico en precisión a la hora de mostrar su arte, es digno de admiración, por que no pretende convencer a nadie, no quiere impresionar ni que le idolatren.

Si vemos a uno de estos maestros fuera del dojo, veremos a una persona en apariencia débil e incluso frágil, que no discute por nada o parece ser algo conformista en vez de autoimponer sus convicciones. Ese tipo de personas que no parecen destacar en nada, sino mas bien, que siempre estén "de paso" por la vida.
Simplemente no ven la necesidad de destacar o de impresionar a nadie, pues ya hace mucho tiempo que ganaron su más difícil batalla; la lucha contra el "ego".

Debemos ser sinceros y coherentes con lo que estamos buscando, a la hora de elegir un Arte Marcial para que forme parte de nuestra vida. No debemos caer en los engaños y falsedades que nos muestran algunos supuestos (y en muchas ocasiones, autoproclamados) maestros.

Buscar siempre la humildad, la eficacia y darle a las enseñanzas el valor que merecen, de lo contrario, nos venderán humo y realmente no aprenderemos nada.

- El valor de las cosas la impone nuestra disposición a pagar por ellas-

Matías Luque.

lunes, 7 de marzo de 2016

Artes Marciales, Arte de Vida.

Solo con el único propósito de aprender, de liberarnos de nuestros miedos y ataduras que la vida nos ha impuesto poco a poco, nos iniciamos en la búsqueda de " la verdad ".
Las Artes Marciales son un gran vehículo hacia el autoconocimiento, ya que entrenan cuerpo, mente y espíritu a la vez.

No nos dejemos embaucar por el cine Hollywoodiense. Pese a que muchas veces nos sirve de gran ayuda para dar a conocer este mundo, también es un arma de doble filo al malinterpretar y con una gran tendencia a exagerar.

Muchas veces, acudimos muy ilusionados por primera vez a un gimnasio o escuela de Artes Marciales para que el maestro que allí imparte las clases, nos vuelva "armas letales de combate" o simplemente nos enseñe a ser como los actores famosos que vemos en la pantalla del televisor o en el cine.
Pero solo se quedan, los que llegan a comprender que, las Artes Marciales, son mucho, muchísimo más que las patadas acrobáticas, los gritos estridentes o las peleas con espadas.
Nos damos cuenta, poco a poco, de que llegamos a comprender, a saber escuchar lo que nos dice nuestro cuerpo, nuestra respiración y nuestra mente.
Al principio puede sonar a burla o un chiste, cuando se acerca el maestro y nos dice; - " Hoy, te voy a enseñar a respirar" -.Parece casi absurdo ¿verdad? Pero no os podéis ni imaginar cuantas cosas hacemos mal desde un principio y que gracias a que vivimos en la era del conocimiento, podemos tener acceso casi infinito a todo cuanto queramos aprender.

Recordar que sólo mediante la práctica, el compromiso y el esfuerzo constante nos hará prosperar en nuestro deseo de sentirnos realizados, libres de ataduras y por supuesto, mejores seres humanos.

- Todo se reduce a tu valoración del tiempo que inviertas en lo que desees -

Matías Luque.

viernes, 4 de marzo de 2016

El maestro aparece cuando el alumno está preparado.

Este es un tema que bien puede malinterpretarse. No quiere decir que el día menos pensado llamen a nuestra puerta y nos anuncien que estamos listos para comenzar. Tan solo hay que entender que es el maestro quien elige al alumno y no al revés.

Hay quien piensa que, por el mero hecho de pagar una cuota en un gimnasio o escuela, tienen todo el derecho del mundo a exigir y aprender lo que ellos quieran al ser quienes mantienen con sus pagos el salario del maestro cuando este, en la mayoría de los casos, no percibe ni la mitad de un sueldo digno por sus enseñanzas.
También tenemos otros casos, como aquellos nuevos alumnos que ya adquirieron conocimientos de otros estilos o bien de otros sistemas diferentes. Cuando empieza la clase, este tipo de alumnos con aire de superioridad, por el único motivo de presuponer que tienen más conocimientos y más experiencia que sus nuevos compañeros, empiezan a menospreciar y a intentar corregir las explicaciones y enseñanzas del maestro.
Este tipo de personas no suelen alargar por mucho tiempo su aprendizaje, ya que no acuden a los entrenamientos con auténticas ganas de aprender, sino a que les enseñen "lo que aparece en las películas" o a intentar demostrar una falsa superioridad y querer que le elogien por ello.
En ninguno de los casos antes mencionados puede uno pretender que se le aplique el mismo respeto, cortesía y dedicación que demuestra el maestro al resto de compañeros que si están ahí para algo más que sudar la camiseta o presumir después con los amigos.

Solo en el momento en que se abandone toda vanidad, arrogancia, egoísmo y presunción, aparecerá el maestro que estaban buscando. Y no por que no lo buscaran bien, sino por que el verdadero maestro no se muestra a nadie que no esta preparado para recibir y entender su mensaje.

Tenemos que estar siempre dispuestos a entender, que siempre hay cosas nuevas por aprender, siempre hay nuevos caminos a recorrer que se nos mostraran en el momento que estemos listos para caminar por él, con paso firme y sin vacilar.

-La llave que abre las puertas del conocimiento se encuentra en tu actitud ante lo desconocido.-

Matías Luque.


miércoles, 2 de marzo de 2016

Artes Marciales y Defensa Personal.

Las Artes Marciales y la Defensa Personal están muy presentes en nuestro día a día. Por eso me presto a comentar por este medio mis opiniones personales dada mi experiencia y conocimiento de casi 20 años dedicados a la práctica y estudio de éste extenso mundo, tan cercano y a la vez tan misterioso.

No hay que confundir las Artes Marciales con la Defensa Personal, aunque parezca que la finalidad de la primera sea la propia defensa de nuestra integridad física y por ello podría denominarse así misma como Defensa Personal. Pero nada más lejos de la realidad, las Artes Marciales van mucho más allá de la simple autoprotección del individuo. Las Artes Marciales tienen sus orígenes en la necesidad de protegerse ante los ataques y agresiones de adversarios muy superiores a nosotros, tanto en condición física como en superioridad armamentística. Su finalidad no era otra que la de salir airosos de un combate usando todo sus conocimientos de armas, estrategia, anatomía del cuerpo humano ( ya sea conocer sus limitaciones como advertir y prever los movimientos mediante las posturas adoptadas en el combate o en los golpes ) y por supuesto la preparación previa de entrenamiento y estudio al cual fue sometido durante años para adquirir tales habilidades.
En resumen, las Artes Marciales requieren de años de práctica y estudio para llegar a comprender su auténtico valor, mientras que la Defensa Personal se creó para poder salir airosos de un conflicto.

No hay que menospreciar la Defensa Personal. No por ser algo tan fácil de aprender y asimilar por cualquier neófito en la materia, debemos pensar que es algo carente de utilidad ante un ataque o agresión real en la calle.
Hay que recordar que la Defensa Personal fue creada única y exclusivamente para este fin,
No vamos a entrar en que estilo, sistema o escuela es mejor o peor. Cada persona tiene que elegir el método que mejor se adapte a sus necesidades o a sus limitaciones marcadas por su sexo, edad o condición física. Y aquí precisamente reside su auténtico potencial, en su gran diversidad y capacidad de adaptación.

-Las únicas limitaciones son las autoimpuestas-

Matías Luque.