viernes, 11 de marzo de 2016

El maestro austero.

Muchas veces, inducidos sin duda por los mitos y leyendas que acompañan a las Artes Marciales, creemos de forma errónea que el maestro tiene que ser alguien imponente, fuerte, carismático e incluso que desprenda cierto aire "divino" que le concede su posición de maestro.
Nada mas lejos de la realidad.

En una ocasión, uno de mis primeros maestros me dijo: - "El mejor Ninja es, quien menos lo parece"-

Un verdadero maestro, que se ha ganado su título con sudor y sangre a lo largo de muchísimos años de entrenamiento, constancia y sacrificio, sabe que en la humildad y la sencillez, se encuentra la verdadera esencia de un auténtico artista marcial.
El maestro austero, pobre en florituras pero rico en precisión a la hora de mostrar su arte, es digno de admiración, por que no pretende convencer a nadie, no quiere impresionar ni que le idolatren.

Si vemos a uno de estos maestros fuera del dojo, veremos a una persona en apariencia débil e incluso frágil, que no discute por nada o parece ser algo conformista en vez de autoimponer sus convicciones. Ese tipo de personas que no parecen destacar en nada, sino mas bien, que siempre estén "de paso" por la vida.
Simplemente no ven la necesidad de destacar o de impresionar a nadie, pues ya hace mucho tiempo que ganaron su más difícil batalla; la lucha contra el "ego".

Debemos ser sinceros y coherentes con lo que estamos buscando, a la hora de elegir un Arte Marcial para que forme parte de nuestra vida. No debemos caer en los engaños y falsedades que nos muestran algunos supuestos (y en muchas ocasiones, autoproclamados) maestros.

Buscar siempre la humildad, la eficacia y darle a las enseñanzas el valor que merecen, de lo contrario, nos venderán humo y realmente no aprenderemos nada.

- El valor de las cosas la impone nuestra disposición a pagar por ellas-

Matías Luque.

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